DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

22 de marzo de 2010

Tengo dos libros y medio publicados, un tercero en “el horno”, gané un Premio Nacional de Poesía y, no sabría decir, sin mentir, qué es la Poesía.

Ella, que por definición, es la indefinible, posee múltiples rostros y, a la vez, ninguno. Se nos presenta tan pronto casta como impúdica, traviesa, insomne, inaugural, hermética, jodona, didáctica, profunda, lúdica. Juego puro, fuego puro.

En cambio al poema, a ése sí lo conozco: su música es inconfundible. Entra a mi cuarto y lo ilumina todo. De un lugar remoto acude la felicidad del hallazgo. Es el triunfo mayor del lenguaje. Es también el acto de decir en su aspecto más sagrado. Es cuando –por último- por fin entendés eso de que “en el principio era el Verbo…”




Retrato de un poeta (con fondo de piano)


Cierta devoción por la belleza.
Una melancolía innegociable.
El desarraigo como patria.
Ganas perpetuas de llegar a la paz.

Atroz militancia de las cosas.
Búsqueda irreductible del mejor ombligo.
Amistades peligrosas.

Y el nombre de ella, claro, impronunciable…

y un poco de vino
y un poco de azul
y un poco de muerte.


Para mí
eso es el poeta.


Este texto fue publicado el pasado sábado 20 de marzo en el suplemento "Brújula" de El Deber (para variar, no incluyeron un par de líneas, otro día preguntaré por qué...)

CIUDAD ERRANTE

16 de marzo de 2010

Siempre envidié en secreto a los cantantes (eso se debe a que casi siempre desafino) y, entonces, las enormes ganas de cantar que tengo se me quedan en eso, en ganas...

Por eso es que con legítimo orgullo hoy los invito a disfrutar de una de mis "venganzas privadas": "Ciudad errante" la excelente canción que Ronaldo Vaca Pereira (Animal de ciudad) construyó a partir de algunos retazos de mis poemas.


P.D. Ya antes, Gustavo Rivero, Eduardo Quiller y Verty Bracamonte hicieron que sucediese el "milagrazo" del poema hecho canción. A todos ellos mi agradecimiento total.

Chile: 03:34:17

13 de marzo de 2010

Recuerdo que cuando era niño
se me enseñó a odiarte
eras el pueblo enemigo
el usurpador
la sombra negra.
Hasta mis precarios cuadernos anaranjados decían
con letras grandes y centrales
“El mar nos pertenece por derecho,
recuperarlo es un deber”
y yo me lo creí…

Pero luego sucedió Neruda
y Huidobro
y la Mistral
y Confieso que he vivido
y El placer de servir
y Altazor
y fueron magia
revelación
verdaderos puentes verdaderos.

Hoy
liberado por la literatura
de las prisiones de las fronteras
de las estrecheces de corazón
y otras solemnes boludeces
es que te envío mi abrazo
angosta Chile de cobre y mineral
y pido serenidad y vigor
para tu pronta resurrección.

P.D. Pero nunca olvido mi pedazo de mar.



Este poema fue escrito a solicitud de Marcelo Suárez, Editor de Cultura de El Deber para unas páginas centrales del Suplemento Brújula que salió publicado el pasado sábado 6 de marzo.
Tiene el carácter de "urgencia", es decir, es un texto solicitado, no uno que se tomó el trabajo de pedir su existencia serenamente.
Otro día le preguntaré a Marcelo porque obviaron un par de líneas que incluyo en esta versión (¡esa es una de las innumerables ventajas de ser el dueño de tu propio medio de comunicación!)
¡Fuerza chilenos!

Oscar: sus pudores

2 de marzo de 2010

"Puedo resistirlo todo, menos a la tentación" (Oscar Wilde)

Lo que no pudieron lograr ni los diez años que pasé en aulas de los jesuitas, ni mis lecturas esotéricas, ni la voz de la moral que encarnan mis sucesivas tías, lo logró... ¡mi dentista!: que deje de ver páginas triple X.





Curioso caso este, ya que desde que descubrí el arrebato de la pornografía (en segundo intermedio vía la revista "porno" que ese día llevó Ortíz), me convertí en un sincero fan de ella. La perseguí a través de revistas, videos, DVD's piratas, hasta llegar, finalmente, a la inagotable web.






Por eso, cuando hace exactamente un mes, mi dentista me dijo que eso ocasionaba "una enorme pérdida de energía" y que quizás por eso me sentía tan cansado, volqué la página y aquí me tienen celebrando este tonto aniversario íntimo.






Si estuviera en una reunión de sexólicos anónimos diría: "¡Hola, mi nombre es Oscar y hace 31 días que no visito páginas porno!", y sé que los demás me aplaudirían con orgullo.






P.D. Igual me siento débil, de modo que tendré que seguir el consejo de la Desiderata y continuar "abandonando con donaire las cosas de la juventud". ¡Dios dirá!