A veces uno se encuentra con pequeños fragmentos de cosas que, con el tiempo, van tornándose en imprescindibles, en eternas.
El cine me ha provisto algunos de esos "breves países de felicidad" (S.R.), y hoy quiero compartir uno de ellos.
Suprimo nombres y autores, puesto que la belleza -cuando es verdadera- no precisa de apellidos.
http://youtube.com/watch?v=wUJamaTYNHc