TU VOZ

12 de abril de 2009

A veces, en la Sala de Docentes de la universidad coincido con personajes extraños. Uno de ellos es Rubén J. Pacheco, quien muchas veces ha edulcorado mi mañana con poemas desconocidos y certeros.

Ahora, como una muestra de que también sabemos escribirlos, es que me permito reproducir un texto suyo.


Tu voz


Tu voz, no es la más dulce
No es del timbre de una actriz
No figura en las notas musicales
No retiene las melodías azules
No es suave ni fuerte.

¿Que es?

Tiene la cadencia de la tierra
El ritmo de tus caderas
Se agita con el viento
Al gritar tus pensamientos

Se desliza entre la gente
Entre el ruido de la ciudad
Viaja en la sonrisa de los niños
En el canto de sirenas rojas

Se pierde en el rugido del estadio
En la garganta de los hinchas
En los altavoces de los vendedores

Tu voz
Lucha contra las vociferaciones de los autos,
Contra los discursos rencorosos de Evo
Aparta la ironía de García Linera
Y calla con el silencio del pueblo.

Tu voz, suena en mí ser como música
Se lleva la atención de mi mundo
Me distrae de los cambios
Que el más y el menos llaman proceso

Tu voz me une con los disidentes
Me impulsa a cantar las verdades
A introducirme en las ondas sonoras
Y junto a un grito gigante decir...

Basta de callar las voces de las culturas
De aquí, de la tuya, de aquella, de la nuestra.
Tu voz y mi voz tienen el sonido de la libertad.


Escrito en la época de los estragos del dengue y el abuso contra la familia de Víctor Hugo Cárdenas. SC. 10 de marzo de 2009.

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