Un feed-back venido del Norte

29 de agosto de 2008

Por muchos ya es sabido que, en Vallegrande, a la retro-alimentación, le decimos simple y llanamente: “feed-back”.

A quienes estamos en el mundo del arte, el recibir una opinión/retorno de lo que uno hace, escrita con precisión, claridad, belleza y –sobre todo- sinceridad, es una verdadera joya y una auténtica bendición.

La importante escritora montereña Giovanna Rivero (autora de Las cama-leonas, Sentir lo oscuro, Sangre dulce y Tukzon, historias colaterales, entre otras) y, actualmente radicada en EE.UU. por razones literario-académicas, se leyó mi Sobrevuelo 2.0, y se tomó la molestia (y la gentileza) de escribir lo siguiente.

Desencadenado a Prometea

Querido amigo,

A tiempo de desearte buena salud (que nunca, nunca está de más), paso a comentarte lo siguiente:

Disfruté enormemente de la lectura de "Sobrevuelo". Me fascinó encontrar a un poeta más poeta y más guerrero, dispuesto a trabajar la palabra, la más "carbón" de las palabras, hasta encontrar el diamante. Con frecuencia se exige del poeta una actitud (literaria, textual) lacónica, porque ser lacónico le hace parecer "profundo", sobre todo después de tantos posmordenismos (en los que se ha explotado hasta decir basta el recurso del desencanto, o en el más alegre de los casos, de la ironía).

Sin embargo, el tono de tu poesía se desentiende de ese laconismo repetido, apuesta por la alegría, con gesto de himno (y uno puede creer que tu influencia central es Neruda o Benedetti), incluso cuando habla de muerte, de finales, de tragedias. Por eso creo que más que entrar en el juego de que si "Puky" es el Benedetti cruceño (lo cual, crudamente, suena anacrónico, desfasado), me inclino a pensar que el espíritu de "Sobrevuelo" es la modernidad pura. Una renovada modernidad. Un ritmo que siente la ciudad -ya no sólo como espacio-, sino, como bien lo dices, como ser mutante y monstruoso, un nuevo Prometeo (o mejor dicho, Prometea).

Por eso digo que aprecio esa renovación de lo moderno, una especie de fe en el progreso y en el humanismo que, a diferencia de la modernidad de fines del XIX, no está basada en la ingenuidad, sino en la aceptación. Por eso también me parece muy acertada la valoración de Alexeis Sánchez cuando reconoce en tus figuras literarias los contornos del existencialismo.

Me hubiera gustado ser mejor lectora de poesía, así que por favor aceptá mi párrafo como el más leve de los comentarios. Lo importante es que lo disfruté, me identifiqué, me regocijé de encontrar figuras literarias que yo también uso o que me hubiera gustado usar. Tu poema concreto (el que comienza todo con S) es precioso. Una verdadera ingeniería poética.

Te felicito, amigo.

Besos y abrazos,

Giovanna

¡Pucha! Así sí que dan ganas de seguir peleando amorosamente con el lenguaje para seguir pariendo eso que algunos llaman "poesía", ¿no?

Santa Cruz: Sabines y mi Samurai

19 de agosto de 2008

Pocas cosas, en mi vida actual, se comparan a la sensación de plenitud que me embarga cuando voy manejando mi Nautilus por las caóticas calles de mi ciudad favorita mientras escucho a algún imprescindible.

El más reciente de éstos –de mis imprescindibles, digo- es el poeta mexicano Jaime Sabines.

Hace muy poco, mientras revisaba los archivos contenidos en mi PC, “tropecé” con un fólder que decía: “Jaime Sabines en Bellas Artes”.

Intuitivamente supe que debía copiarlo en mi USB para después reproducirlo en la radio LG que mi primo “Yoryo” y mi hermano Cristhian (¡gracias, queridos, por ayudar a combatir mi abominable “auto-tacañería”!) me insistieron que merecía tener mi Jeep Samurai. Y así fue…

De esta manera, mientras afuera de mí sucede el bocinazo prematuro y la furia contra el peatón, y el micrero a secas y el/la conductora de la vagoneta color champagne se putean minuciosamente, yo –amparado por esa burbuja de lucidez y maravilla que es la poesía- llego a mi destino con los ánimos exactos.

¿El culpable? Un poeta nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1926. Un alma habitada que: “… veía en la poesía la posibilidad de salvarse de sí mismo, de poder decirlo todo, y afirmar su libertad en el descubrimiento de que la Vida está por delante y antes que todo, y que estar en ella de pie, cuesta trabajo, más aún cuando la aventura del poeta es optar por la honradez humana en un tiempo deshonrado…”.

Jaime Sabines también dijo que la poesía “es un destino”, que él escribía “por necesidad fisiológica y ontológica”, y que “el poeta es el condenado a vivir, el escribano a sueldo de la vida…”.

Valga esta muestra como inútil anzuelo, como botella al mar, como viento apenas…

LOS AMOROSOS

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.
Los amorosos viven al día,
no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, solo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.


¿Ya sobrevolaste el vaginario?

6 de agosto de 2008



Oscar Gutiérrez Peña, Premio Nacional de Poesía "Santa Cruz de la Sierra" 2007, Paola Senseve Tejada, Premio Nacional "Noveles Escritores" y Animal de Ciudad, músico cantautor cruceño, te invitan a una velada experimental de poesía, cuento y música en la cual se entretejen imaginarios comunes, emociones fuertes y visiones esperanzadoras. Un show imperdible.
¿Te animás a sobrevolar el vaginario?
Lugar: Casateatro (calle Junín, frente al Correo)
Noches: Jueves 7, viernes 8 y sábado 9
Hora: 20:30
Precio: 10 Bs

La fuga de Dios

1 de agosto de 2008


Ayer, sentado cerca a la Catedral, se me ocurrió esto:

La fuga de Dios

… y así fue hasta que un día
Dios
cansado de tanto oír misa
decidió saltar el muro que lo separaba de la calle
-o sea-
de la gente.

Al caer
por poco y se dobla el tobillo izquierdo
pero feliz
como un estudiante en pleno recreo
se alejó presuroso de esa esquina
y transpirado
y radiante
se metió en medio del gentío.

En la noche de ese mismo día
volvió a tenerse Fe.



P.D. Aprovecho el contexto del texto para adscribirme al respetuoso silencio que nos ha embargado a todos quienes conocimos a Gabriel Codina S.J., uno de los Caballeros de Dios que durante tantos años enriqueció con su Presencia las aulas y los patios del Colegio San Calixto. Paz y Gloria en su tumba. Acá se las había ganado.