Acerca de "El desamor"

17 de marzo de 2011

Soy un fan del teatro. Me parece insuperable la magia que proporciona una ficción a la que asistes y que es interpretada por gente“de verdad”, a quienes les envidio su osadía y buena memoria.

El pasado sábado volví a ser testigo de esa magia. Fue con “El desamor”, una tragicomedia musical escrita por mi inefable tocayo Oscar Barbery Suárez, y re-escrita e interpretada por Jorge A. Lora.

En ella, el protagonista (Joaquinino), le cuenta al público que está enamorado y abandonado. Trance terrible como pocos, como lo sabe cualquier mortal que ha estado en esa situación. Es por eso que, en plena actuación dentro de un boliche, Joaquinino no puede evitar contarle al público las causas, síntomas, posibles soluciones y demás ñañacas a los que lo tiene sometido su situación de hombre impar… de impar que, alguna vez, fue dúo, mutuo, ambos, dos.

Acordes y end…

La trama es muy hábilmente ligada con S.M. LA MÚSICA (favor sacarse el sombrero), con canciones que los románticos en extinción (como vos y yo) nos sabemos de memoria, de ese modo: Esta noche quiero brandy, Estar enamorado es o Bella sin alma, adquieren una dimensión épica dentro del contexto del triste, solo, desesperado (aunque afinado) Joaquinino (acá debo mencionar la calidad interpretativa del guitarrista Daniel Pérez, claro, si no lo menciono se va a enojar, y con razón).

Resulta muy interesante ver al protagonista transitar por soluciones alucinantes para su problema o su “dependencia patológica interpersonal” como él define a su simple, cachonda y universal “camotera”. Allí lo veremos ser, sucesivamente: racional, profundo, supersticioso, escéptico, escatológico… (siempre me sorprende la capacidad que Oscar Barbery tiene para construir personajes tan creíbles gracias al inteligente recurso de esbozarlos con apenas tres o cuatro pinceladas).

Como no soy de los que cuentan el final de las historias a quienes quizás vayan a verlas, solo puedo decir que una luz de esperanza desesperada aparece al final del túnel…

P.D. 1: Como Dios es el guionista más “master of the universe”, justo esa noche vi a una ex novia con mi ex amigo por primera vez… Pero ésa, querido lector (como dirían las series de televisión de mi infancia), es otra historia.
P.D. 2: Un aplauso para El guionista.
P.D. 3: “El desamor” continúa su temporada en Tapekuá, este sábado, a partir de las 20:00. No te la perdás.

P.D. 4: No me puedo contener. Las dos tesis de la obra son: "No te metás a enamorarte sino sabes desenamorarte" y "El matrimonio es una eficaz manera de acabar con el amor", o sea, dice el personaje, "si yo me hubiera casado con ella, quizás ya no la querría como lo hago, es más, hasta tendría una amante..." Genial, ¿no?