Autofeedback

8 de octubre de 2009

La semana pasada por fin salió el resultado del Concurso Nacional de Literatura convocado por la H.A.M. de Santa Cruz de la Sierra.

El haber ganado hace un par de años produjo en mí una de las situaciones más desventajosas y problemáticas que puede desarrollar un ser humano contemporáneo: el tener expectativas.

No gané y, peor aún, mi género se declaró " desierto".

Mi primera reacción fue el achacarle a la edad de los jurados (pues a todos los conozco) su "no comprensión de mi excelente propuesta," puesto que en ella menciono hasta al Facebook). La segunda fue creer que no lo habían leído, que en un lamentable error administrativo mis textos habían sido extraviados por ahí.

Ni lo uno, ni lo otro ("sino todo lo contrario", frase de, creo, el maestro Cantinflas). Al releer lo enviado me di cuenta de que muchos de los poemas aún están en fase embrionaria.

En resumen, me faltó pelearme mejor con las palabras para hacer que ellas digan lo que yo quiero que digan.