Hoy los transportistas públicos nos “emponcharon” un feriado inmerecido. Entonces, no me quedó otra que “sacarle el jugo”. Por ello, corregí parciales, adelanté parte de un trabajo para Editorial El País y, finalmente, fui al cine.
Confieso que desde hace varios días atrás quería ver Evo Pueblo, por varias razones, entre ellas: acceder a una fuente más de información para poder pensar más lúcidamente sobre el país y sus azares, observar una nueva película boliviana y, por último, cotejar la experiencia de nuestro querido “Enmascarado Tarijeño” en el Cine Center (tan bien descrita en uno de sus recientes post), con la mía.
La película
De entrada me pareció que la imagen estaba mal “calibrada” (tal parecía que le habían puesto un zoom que –por supuesto- la distorsionaba un poco). La historia –siempre desde mi subjetividad- me pareció que caía en lugares comunes: diálogos predecibles, omisión de datos importantes y sobreactuaciones.
Sin embargo, a pesar de esas deficiencias, la película es valiosa. Tonchi Antezana, su director, nos ha entregado una versión cinematográfica de la fábula más inverosímil que últimamente ha parido nuestro país: la del niño pastor de ovejas que llega a ser Presidente Constitucional de la República de Bolivia.
Obviamente el filme también tiene sus aciertos. Entre ellos, la música, algunas tomas de nuestro mágico altiplano, la celebración de esa misa pagana que es el fútbol, y también las escenas que muestran a Su Excelencia siendo un hombre, es decir: chupando, choleando, llorando y teniendo miedo.
Al final
Cuando terminó la película, los responsables del Cine Center “olvidaron” encender las luces.. Extraño, ¿no?
Al salir, mi acompañante ("la de los ojos extraños") me dijo que le encantó la película, yo, un tanto sorprendido le pregunté: ¿en serio? Ella respondió que sí porque “jamás había sospechado la historia de sufrimiento, violencia y muerte que rodeó al Evo" (en ese preciso instante corroboré el tamaño de su alma, su genuino interés por comprender al mundo y, entonces, la quise un poquito más).
En resumen, Evo Pueblo es una película que bien podríamos ver todos los que anhelamos entenderle un poco más a este extraño, jodido y maravilloso país en el que hemos decidido vivir. Yo, al menos, he decido recorrer el camino que me conduzca a aprender a pensar con libertad.
Para ello tengo varias ideas. Pero éstas serán motivo de un próximo post…
¡Que todos los dioses nos bendigan!
Evo, el Cine Center y yo
14 de noviembre de 2007
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13 comentarios:
Bien por la película y por Tonchy. Este fin de semana voy a ir a verla... ya me animaron.
Bien por la libertad de pensamiento.
Bien por tu nuevo boliche.
Felicidades por el nuevo boliche!
¡Que lindo es encontrarse con esas almas aun jovenes y místicas que le encuentran el lado simple a las cosas, el lado que mas pega al corazón!
...presente profesor!...
hay q lindo pasar por aqui...por esta su nueva casa...
abrazos y sonrisas...
oieee!!! el vallegrandino nace donde quiere.. jajaja, bueno solo me queda decirte una cosa, tu blog, por ende voce fue la causa por la cual yo retomara el habito que ya habia perdido: escribir.
Aun no descifro como se supone que tienen que ir las palabras para formar una pared solida, pero con el pasar de los años aprendere. al menos a eso apuesto.
Señor puky! el del toborochi urbano, usted es sin lugar a dudas un referente en la blogosfera boliviana.
Saludos!
atte Joup
Ronaldo:
A ver si la película llega al fin de semana. Se abren las apuestas...
Gracias y ¡bienvenido, siempre!
Santiago:
Muchas gracias. Sinceramente espero ser merecedor de tan lindo comentario.
Vuelve cuando quieras, este Toborochi ha prometido renovarse muy seguido.
Hermano, qué bien que tu la vista, ahora me toca.. un abrazo.
Muy buen post, viejo. Les confieso que no voy al Cine Center por varias razones, la más importante: mucha gente y muchos adolescentes (demasiada bulla). La proxima vez que iré será cuando pongan una estrella con mi nombre ahí en la acera. jajajaja...como ponen a cualquiera, por qué no pondrían el mio, no?.
Sobre la película...creo que ya he dicho demasiado.
Un abrazo.
Flaka querida:
Tu visita (y tus sonrisas) siempre son bienvenidas. Siempre.
Querida Joup:
Otra que me hace sonrojar.
Sucede que escribir desde el alma es una peligrosísima y (ojalá) incurable epidemia que -de a poco- se expande por la "ciudad". Eso es bueno, muy bueno.
A escribir se aprende leyendo y escribiendo, ¡Salud entonces por la tecnología que nos lo posibilita día a día!
Un gran abrazo.
Marco:
Métale, luego cotejamos.
Javier Sandóval:
En cambio a mí, me gusta el "bolleo". Además, los adolescentes en conquista son sumamente divertidos.
Con respecto a la película, estimado, creeme que te ganarías a tí mismo (en el sentido más esotérico que puedas imaginar) si la vas a ver sin prejuicios (yo, por mi parte, prometo hacer lo mismo con la de la Unión Juvenil, cuando salga). Creo que así aprenderemos a razonar con libertad y autonomía.
Un abrazo.
Mi querido amigo y amante me encanto lo que escribiste en tu post,que bien como interpretaste lo que dije,y es asi yo tambien te quiero un poco más... ya tendremos nuestros feriados para deleitarnos con otra peli, un beso ich liebe dich por siempre
que buen ensayo el que acabo de leer. Evo, el Cine Center y yo..jejej me parece interesante ya que vemos como fue la vida de nuestro presidente actual.Y bueno sea lo que sea hay q respetarlo.
Daniel:
Muchas gracias, pero no es un ensayo, es apenas un texto descriptivo y, encima, sumamente subjetivo.
¡Bienvenido!
Maria Isabel:
La verdad a mi no me llamaba la atención leer ni mucho menos escribir. Pero entre a este blog, paso una materia con (para mi) un buen docente y la verdad es q me llama muchisimo la atención (ahora) sobre escribir, leer Poemas, cuentos y todo lo relacionado con esto.
ahora con respecto a todo lo de este blog me parece "buenisimoooo", interesante.
"felicidades"
Saludos.
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