- No lo olvidés, repitió. Para escribir bien tenés que tener, sí o sí, tres mujeres…
Yo todavía creía en la bondad. Así que lo miré fijo.
- Sí –dijo entonces- una en tu pasado, otra en la cama y, la última, en la mira.
Así nomás hablaba ese extraño anciano. Era lunes. Y yo temblaba.
Don Simultáneo Peña (Parte 1)
19 de julio de 2008
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6 comentarios:
JAJAAJAJAJA
tres hombres entonces?
jejejeje
Felicidades por ayer Puky!
un exito total!
... mmmm sabias palabras... habrá que digerirlas de a poco.
Habrá q digerir lo de la mira...
cama, mira, cama, mira...
Y un hombre, con capacidad de otrarse, que se haya quedado en la mira de la cama de nuestro último pasado, sirve?
Para temblar es que se quedo con una de nosotras!
Besote!
Haber,.. tres mujeres, una aquí, una hallí y otra hallá,..mmmm me agrada, pero le agregaría, una en el closet, otra bajo la cama, una en el patio y por ultimo unas tres más en la cocina, caminar por la casa sería más interesante y cada ves que quiero comer algo, (para un break) siempre esta la intriga de a cual le toca... eso inspira....
Cabalingo, ni más ni menos.
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